Vídeo: Pequeño, 15 días en agosto. (No quiero hacerme mayor)

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Un amigo me ha envíado este vídeo, muy revelador y que nos hace pensar.

El peque del vídeo no quiere hacerse mayor porque nos ve a los adultos con caras largas y preocupados, todo el tiempo, por el dinero. ¿Así nos ven los niños?

Alarma, alarma, necesitamos reflexionar qué vida estamos viviendo y cuál es la que realmente queremos vivir.

¿Cómo nos gustaría que nos vieran los niños? o mejor aún, ¿cómo nos gustaría que fuera su vida de adultos? Seguro que todos queremos que sean felices, que disfruten de su tiempo, que sepan lo que quieren y qué les hace sentirse bien, que trabajen en aquello que les apasione, que quieran y que los quieran, que se sientan satisfechos, que se cuiden para estar sanos, que  sonrían y que den y reciban abrazos sinceros, que utilizan su imaginación y creatividad para divertirse y tener recursos, que sientan calma y sernidad, alegría, amor y amistad…

¿Qué más puedes añadir tú? ¿Qué quieres para ti? Pues, yo creo que debería ser las mismas cosas buenas para ti que para ellos, ya que a los niños no se les enseña, ellos APRENDEN y aprenden con el ejemplo que les damos.

Si nosotros estamos alegres y comunicativos, ellos aprenden rápidamente a ser así. En cambio, lo que  no les gusta de nosotros, por ejemplo, nuestros enfados desbordados, les cuesta más tiempo decidir si lo quieren hacer igual o si son capaces de aprender a actuar al contrario, gestionando bien los enfados.

Como dice el peque del vídeo, yo de mayor quiero seguir siendo pequeña. Esto para mí no significa tener el síndrome de Peter Pan y no ser una persona responsable, sino como él dice, quedarme con la fantasía, con la reflexión, con la vida.

Yo de mayor sigo siendo pequeña.

¡Sonríe a la vida y la vida te sonreirá a ti!