Ayudamos a los niños con UNICEF, tifón en Filipinas
Donar dinero acaba revirtiendo en nuestro bienestar más que invertir en bienes materiales para nosotros mismos.
En este vídeo UNICEF nos cuenta que desde 1990 el número de niños que mueren cada día por causas que podemos evitar se ha reducido a casi la mitad, lo que significa 90 millones de vidas salvadas. Todo gracias a donantes, voluntarios, comunidades locales, ONGs y gobiernos. Todos podemos ayudar.
Además, los neurocientíficos han descubierto que las zonas del cerebro que se activan cuando recibimos dinero brillan todavía más cuando lo damos. Según Jordan Grafman, un neurocirujano del Instituto Nacional de Salud, de Estados Unidos, estas acciones cerebrales «nos ayudan a programar nuestro futuro y a acercarnos emocionalmente a los demás. También nos proporcionan un sentimiento de recompensa tras una acción que reforzará ese comportamiento, contribuyendo a que sea más probable que vuelva a producirse».
No siempre se puede dar dinero, pero recuerda, que es posible que no haya un regalo más valioso que nuestro tiempo. Dar unas palabras de ánimo, colaborar en comedores sociales, aportar juguetes, comida o ropa, dar un abrazo, una sonrisa sincera, escuchar con verdadero interés… son formas de compartir nuestro tiempo.
Todos podemos ayudar a que otras personas sean más felices, personas que están lejos, como ahora las personas afectadas por el tifón de Filipinas y también a los que están cerca de nosotros: familia, amigos, comunidad…