Cadena de favores infinita. Una sonrisa, un gesto amable, sin esperar nada a cambio
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Aquí te dejo un vídeo que cuenta una cadena de favores infinita. La primera persona que ayuda, un trabajador con chaleco, es la última persona que recibe ayuda. Son actores, pero en la vida real es tan fácil hacer estos pequeños gestos de amabilidad, como en la pantalla de cine.
Te invito, a que cada día hagas un favor a alguien. Puede ser un gran favor o ayuda relevante a un amigo o familiar; o también a través de asociaciones y organizaciones benéficas a personas que no conozcas y que sabes que lo necesitan: UNICEF, Médicos sin fronteras, Asociación contra el cáncer…
Y también puede ser un pequeño gesto, de los que se pueden hacer a diario: una sonrisa amable, echar una mano con las bolsas de la compra, ceder un sitio de aparcamiento, abrir la puerta y ceder el paso, ceder tu asiento en el trasnsporte público a una persona mayor o a una mujer embarazada, decir unas palabras de ánimo, escuchar con atención a alguien que lo necesita…
Por supuesto, también nos ayudas a todos, ayudando y cuidando a los animales y plantas y a nuestro planeta.
¿Tienes más ideas?
En cualquier proceso de coaching personal o de empresa, siempre se confirma la importancia de las relaciones con las demás personas. Todos queremos que nos escuchen, que nos comprendan, que nos valores, que nos apoyen en nuestros proyectos, que sean amables con nosotros… y a lo largo de las sesiones vamos descubriendo cómo, al hacer estas mismas cosas con los demás, de un modo u otro, a nosotros también nos llegan.
¡Sonríe a la vida y la vida te sonreirá a ti!